A pleno día.
El psiquiatra: Desnúdese.
La histérica: ¡Imposible!
El psiquiatra: Me desnudaré yo, entonces..
La histérica: Como usted guste.
(El psiquiatra se desnuda).
El psiquiatra: ¿Ve usted qué sencillo?
La histérica: ¡Asombroso! Probaré yo a hacerlo.
(Se desnuda. Suena el teléfono).
El psiquiatra: Sí, señor, inmediatamente.(A la paciente) Le habla su marido.
(La histérica toma el audífono).
La histérica: ¿Eres tú, queridito?
La voz lejana: Soy yo, ¿no te da verguenza? (La histérica se mira).
Ni siquiera pensaste en los niños.
(Pausa).
Y por si fuera poco, ¿no sientes frío?
La histérica. Perdóname; no siento frío. ¿Me perdonas?
La voz lejana (Tras un silencio): Está bien, te perdono
¡Qué no vuelva a repetirse!
(La histérica deja el audífono y se vuelve. Da un grito, cubriéndose. Está desnuda en una zapatería).
Francisco Tario: Tapioca Inn
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