miércoles, marzo 16, 2011

Descontento

José de Arimatea, después de la crucifixión de Jesús, se encuentra a un joven desnudo y lloroso.
-No me asombra tu gran pesar -le dice-, porque en verdad que Él era un hombre justo.
-No, sino lloro por Él -replica el joven-. Yo también he hecho milagros y todo lo que ese hombre ha hecho, ¡pero no me han crucificado!
Oscar Wilde

No hay comentarios :

Publicar un comentario