martes, septiembre 13, 2011

Saw


Felicitaciones. Todavía estás vivo. La mayoría de la gente es muy malagradecida de la vida que tiene, pero tú no. Ahora no.

Bebiendo Solo A La Luz De La Luna


Entre las flores , un tazón de vino
bebo solo, ningún amigo está cerca.
Levanto mi copa, invito a la luna
y a mi sombra, y ahora somos tres.
Mas la luna nada sabe de bebidas
y mi sombra se limita a imitarme,
pero así y todo, luna y sombra serán mi compañía.
La primavera es época propicia para el goce.
Canto y la luna prolonga su presencia,
bailo y mi sombra se enreda.
Mientras me mantengo sobrio, somos alegres juntos,
cuando me embriago, cada uno marcha por su lado
jurando encontrarnos en el Río de Plata de los cielos.
Li Po

http://www.homines.com/fotografia/fabio_borquez_desnudos/index.htm

Piedad

En ocasiones se apela a la piedad de los dioses para que llueva. Cuando sus mieses están agostándose por la solana, los zulúes buscan un "pájaro celestial", lo matan y lo arrojan a una charca. Después el cielo se apiada con terneza por la muerte del pájaro y "llora por él, lloviendo y llorando una plegaria funeral.
James George Frazer: La rama dorada

miércoles, septiembre 07, 2011

Rocknrolla


¿Ves ese paquete de fumar mata que hay sobre el piano? Todo lo que hay que saber de la vida está entre esas cuatro paredes. Verás que a una de tus personalidades le seducen los delirios de grandeza. Un paquete dorado de cigarrillos largos con una insignia regia. Una atractiva insinuación de Glamour y riqueza. Una sutil sugerencia de que los cigarrillos son tus reales y leales amigos. Y eso Pete... es falso. Tu otra personalidad intenta que te centres en la otra cara de la moneda. En aburrida negrita y sobre un fondo blanco, aparece la afirmación de que esos firmes soldaditos de la muerte en realidad quieren matarte. Y esa Pete... es la verdad. Ohh.. La belleza seductora llama a la muerte y yo soy adicto a su cautivador canto de sirena. Lo que al principio es dulce, al final es amargo… y lo que es amargo, al final es dulce. Esa es la razón de que tú y yo adoremos las drogas.

El Deseo

Ella entró, y apasionadamente, los ojos
cerrados, unió sus labios a los míos y
nuestras lenguas se conocieron... Nunca hubo
en mi vida un beso como aquél.

Ella estaba de pie contra mí, toda amorosa
y complaciente. Una de mis rodillas, poco
a poco, se colocó entre sus muslos cálidos,
que cedieron como para un amante.

 
Mi mano deslizándose sobre su túnica,
buscaba adivinar el cuerpo desnudo que curva
a curva ondulante se plegaba, donde se combaba,
se atiesaba con los roces de la piel.

Con sus ojos en delirio, designaba el lecho,
pero no teníamos el derecho de amarnos antes
de la ceremonia de nupcias y nos separamos
bruscamente.

Pierre Louÿs

Photo by: http://images.photosight.com/ 


Error

Un día, hace muchos años, un individuo que había salido de su casa sin paraguas se dio cuenta de que empezaban a caer algunas gotas.
"Debería volver a casa a buscar el paraguas", pensó.
Pero después se dijo: "¡Bah! No serán más que cuatro gotas".
Y siguió andando porque tenía mucha prisa.
La lluvia empezó a caer. Entonces en individuo se refugió en un portal.
-Esperaré a que deje de llover -dijo.
Había empezado el Diluvio Universal.
Achille Campanile

martes, septiembre 06, 2011

The Silence Of The Lambs


La imaginación es lo único que nos diferencia de todos esos estúpidos

La Señal Funesta



I

Si te dicen que voy envejeciendo
porque me da fatiga la lectura
o me cansa la pluma, o tengo hartura
de las filosofías que no entiendo;
si otro juzga que cobro el dividendo
del tesoro invertido, y asegura
que vivo de mi propia sinecura
y sólo de mis hábitos dependo,

cítalos a la nueva primavera
que ha de traer retoños, de manera
que a los frutos de ayer pongan olvido;

pero si sabes que cerré los ojos
al desafío de unos labios rojos,
entonces puedes darme por perdido.

II

Sin olvidar un punto la paciencia
y la resignación del hortelano,
a cada hora doy la diligencia
que pide mi comercio cotidiano.
Como nunca sentí la diferencia
de lo que pierdo ni de lo que gano,
siembro sin flojedad ni vehemencia
en el surco trazado por mi mano.

Mientras llega la hora señalada,
el brote guardo, cuido del injerto,
el tallo alzo de la flor amada,

arranco la cizaña de mi huerto,
y cuando suelte el puño del azada
sin preguntarlo me daréis por muerto.
Alfonso Reyes
Foto by: http://gallery.photo.net/

La Infiel

Convencido de que me engañaba, le dije que si quería, podía irse con mi rival, y en efecto, al volver por la noche, me encontré con que la muy cretina, se había largado con el televisor.
Eduardo López Rivas