miércoles, agosto 08, 2012

LAMENTO



Él apartó la pluma.
Quedó quieta en la mesa.
Quedó quieta en el vacío.


¡Demasiado lo que no se puede escribir ni callar!
Está paralizado por algo que sucede muy lejos
aunque la milagrosa mochila late como un corazón.


Afuera está el verano.
Del verdor llegan trinos —¿personas o pájaros?
Y el guindo en flor palmea los camiones que llegaron a casa.


Pasan semanas.
Se hace lentamente noche.
Las polillas en la ventana:
pequeños, pálidos telegramas del mundo.


Tomas Tranströmer
 

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